sábado, 1 de enero de 2022

Falta de sintonía social en la Lidom.

En los últimos días ha sido objeto de titulares el tema de la violencia de género en la Liga Dominicana de Beisbol, Lidom, a raíz de la contratación de un jugador venezolano que ha quedado fuera de la gran carpa, como le llaman a la Major League Baseball, MLB, de USA, por un caso de violencia doméstica en el 2016. 

El tema es interesante desde varios puntos de vista.  Primero evidencia que para la Lidom el asunto no tiene importancia ahora, ni lo ha tenido antes. Por 21 años esta organización fue dirigida por L. Matos Berrido, acusado de asesinar a su esposa en el parqueo de un importante hotel de esta ciudad y que gracias a su posición en los círculos de poder del gobierno de ese año de 1982 fue absuelto por “homicidio accidental”, luego de disparar un tiro en la nuca.  Posteriormente, en 2018, la Lidom pretendía dedicar un campeonato a esa persona.

También, este vacío en los reglamentos de la organización deportiva evidencia la baja o ninguna percepción sistémica que tiene la Lidom, en cuanto a su imagen y reputación, y la posición que ocupa en la sociedad como institución que se convierte en centro de atención durante la temporada, ya que el beisbol es el deporte de la familia dominicana.

Finalmente, el manejo de la información en los medios muestra el poco uso del recurso de los antecedentes por algunos reporteros. A excepción del amigo Bienvenido Rojas, quien cita en una columna reciente el caso de Cesar Cedeño, el “super baby”, quien luego de asesinar a una mujer, paga una multa de $100, pero jamás volvió a jugar en el país, no he visto ninguna otra mención a casos como el de Yeiry Mejìa en 2014, o el más reciente de Yasiel Puig y Marcell Ozuna,

Un jugador de béisbol es un ídolo para miles de personas, en algunos momentos hasta puede llegar a considerarse como héroe y modelo a seguir para muchos niños y jóvenes. La violencia contra las mujeres es repudiada por toda la sociedad, sin importar quien la cause.

Quizás, y ojalá, esté llegando el momento en que la Lidom se sintonice con la sociedad y el tema de la violencia de género deje de ser “eso” sobre lo cual no tienen protocolo, como dijo recientemente un ejecutivo de un equipo, y siguiendo a la MLB y a otras ligas del Caribe, adopte un código de ética sobre un tema de tanta importancia en la actualidad y que tanto impacto tiene en la imagen y reputación de una institución-. Es tiempo de que frase que dice “si tienes buenos numeritos puedes hacer lo que quieras” pase a la historia.