Hoy reinicio, después de muchas posposiciones, mis publicaciones en este bloq, que pocos leen, pero que sirve a algunos. Y repasando los temas tratados en el 2022, parecería que siguen esa paradoja expuesta en El Gatopardo por Lampedusa (1996-1957) “si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, ya que la violencia de género sigue en las primeras planas de los medios, la guerra de Rusia contra Ucrania no termina, el uso dudoso de algunas palabras en nuestra habla se afianza cada día y nuestros gobernantes se perpetúan en la práctica de no darle participación a las comunidades en el cambio de prácticas sociales. En fin, todo sigue igual.
Al finalizar el 2022, queriendo recuperar lecturas que no hice durante los meses anteriores terminé de leer varios libros pendientes. Disfruté mucho Jazz[i] de Toni Morrison (1992), narración sobre la vida en Harlem de una comunidad en plena ebullición de conflictos sociales. Es un retrato sobre ilusiones perdidas hecho desde una perspectiva que se podría decir casi poética.Guerras de la
información[ii], de Richard Stengel (2021) es un texto
provocativo. En su contraportada se lee
“el conocimiento es poder. Ármese usted mismo” y a lo largo de sus páginas su
autor, que además de haber sido editor de la revista Time, fue subsecretario de
Estado durante la administración Obama, cuenta sus experiencias en Rusia,
Ucrania, Arabia Saudita e Irak, al mismo tiempo que nos presenta su visión de
Hillary Clinton, Putin, John Kerry y otros líderes; siempre destacando el
impacto de la desinformación. El cómo contar la versión de Estados Unidos está
muy presente a lo largo del texto. Muy
interesante para todo profesional de la comunicación estratégica.
Moisés Naín
siempre está entre mis autores preferidos.
La lectura de La revancha de los poderosos[iii]
(2022) me ha resultado muy interesante, muy actualizado en tanto describe
diferentes formas de atacar y destruir la democracia desde su interior, así
como la expansión de la autocracia. En
su ensayo no deja fuera al populismo, la polarización ni la postverdad. Es un texto para leer y releer en estos días
de discursos sobre un cambio anunciado. Su
descripción del autócrata 3P es para tener en cuenta: “los autócratas del siglo
XXI empiezan de esta forma más suave y se esfuerzan en mantener las
apariencias, mientras socaban la democracia a escondidas”(p.17), recurriendo al
populismo, la polarización y la posverdad.
Ojalá los temas
que me muevan a escribir unas líneas no se repitan. Haré el esfuerzo de publicar con más
frecuencia.