viernes, 28 de agosto de 2015

Periodismo plano como instrucciones de una lavadora.

Hace un par de años leí un artículo en el diario español El País que me dejó una frase que hasta ahora conservo en mi cabeza: “¿Queremos noticias planas como las instrucciones de una lavadora?”, y en dicho texto la autora, Rosario Gómez,  comentaba en primera persona y con el apoyo de especialistas sobre el impacto del Internet en el periodismo que se hace actualmente.  Desde el título mismo, el artículo era provocador: “¿Periodismo, neutro o activista?”,  aspectos que en estos días se han puesto en discusión con la escena de Donald Trump pidiendo al periodista Jorge Ramos abandonar su conferencia de prensa.
Comentando el caso con un grupo de 10 estudiantes, varias justificaban la acción de Trump, y apenas una estaba de acuerdo con Ramos, aduciendo que el periodista no tiene que ser necesariamente simpático con el entrevistado.  En el canal CNN, una periodista de Atlanta consideraba la acción de Trump como propia de un régimen dictatorial, pero otro colega desde Miami, lo consideraba normal, pues el periodista actuó como un “activista” y no como un profesional de la prensa. 
Luego de la discusión en el aula acordamos tratar de ver el video completo para verificar cuántas veces Ramos había pedido la palabra y no se la habían dado, estrategia aplicada con periodistas incómodos para un entrevistado.

A nivel nacional he seguido las declaraciones del Ministro de Educación en relación al inicio del año escolar, de los más de 200 mil estudiantes que tienen acceso a la llamada tanda extendida y de todas los beneficios para los estudiantes, incluyendo el almuerzo –aunque algunos se intoxiquen de vez en cuando, digo yo- así como los próximos nombramientos de profesores para las actividades especiales.
Con mi complejo de periodista –que no ejerzo desde hace décadas- trato de verificar lo que dice el ministro, y  me frustro.   Apenas a unos kilómetros de Santo Domingo, en Villa Altagracia, a los estudiantes de la escuela Villa Nueva, beneficiados con tanda extendida, se les indicó llegar en las próximas semanas a las 12 de mediodía y almorzar, y recibir docencia hasta las cuatro de la tarde! ¿O sea, que ahora las clases solamente son tres horas?  ¿Cuántos otras escuelas estarán en igual situación?  ¿Cuáles periodistas han tratado de verificar estas informaciones? Ninguna información publicada sobre el particular.
Podríamos agregar las decenas de escuelas inauguradas por el Señor Presidente y que en ese momento no poseen los servicios sanitarios, que en su interior no tienen una sola butaca ni mucho los equipos necesarios para la docencia, pero hasta ahora no he leído, visto u oído información alguna al respecto.
Y es penoso que esté ocurriendo en la mayoría de los medios.  Lo que dicen los ministros y funcionarios gubernamentales no requiere verificación, no se necesita indagar nada más, sus declaraciones son una especie de dogma, no podemos ponerlas en duda. En mi tiempo esto se llamaba periodismo “declaracionista”, y personalmente esta neutralidad la considero dañina.
 “Los valores periodísticos de la veracidad y la credibilidad siguen siendo valores de la profesión hoy, en la medida en que la información de actualidad —investigar, difundir y poder acceder a ella— se mueve en esas coordenadas”, explica Ana Azurmendi, profesora de Derecho de la Comunicación de la Universidad de Navarra; citada por Campos.[i]
Sin embargo, en República Dominicana parecería que los tiempos están borrando estos principios de la profesión.
Y es una pena.







[i] Campos, Rosario.  El país, 22 de diciembre de 2013.

domingo, 2 de agosto de 2015

El “timing”

En los últimos meses ha ocurrido en el país una serie de eventos naturales o programados que hacen exclamar a cualquier “esto está fuera de tiempo” o “llegamos tarde”, y  a veces es penoso comprobar cómo nuestra planificación no considera el “timing”. 
Pero, antes de seguir,  vale la pena que hablemos un poco de lo que supone el “timing”, porque esta palabrita va más allá del simple tiempo. El término inglés timing, aunque tiene como definición tempística, se utiliza básicamente como manejo o administración de tiempo y se usa en el teatro, el cine y la literatura, también en algunos deportes, en referencia a ritmo, velocidad, pausas para lograr un efecto determinado.


Los griegos tenían dos palabras para referirse al tiempo: cronos y kairos.  Cuando utilizaban el término kairos, se referían al momento oportuno, el momento adecuado, y cronos  se refería al tiempo secuencial.  Kairos es cualitativa y cronos es cuantitativa. ¿Es que puedo crear momentos Kairos?. Estar en kairos, es estar en una búsqueda permanente de estar en sintonía con lo que está pasando.” (Marti, 2013)
Actualmente en todo proceso de planificación estratégica se utilizan ambos conceptos, se tiene que considerar ese momento adecuado para lograr ese resultado adecuado. En República Dominicana aparentemente se está  planificando sin considerar ni el kairos, ni el timing.  Solo la conclusión de los procesos son valorados. Veamos dos casos.
Desde el inicio del Plan de Regularización aparentemente no se consideró ni el momento adecuado ni los contenidos apropiados de la comunicación.  En ese plan la comunicación estratégica tenía que iniciar el mismo día de  su aplicación o antes.  Una comunicación hacia los públicos externos, a nivel internacional como nacional, así como hacia el interior de las instituciones encargadas de su ejecución.  Ahora es cuando se explica a embajadores, tanto dominicanos como acreditados aquí, que se está haciendo para la regularización de los extranjeros que están en situación irregular en el país.  ¿En qué momento fuimos a los organismos internacionales a presentar el plan? Luego de que Haití se apoderada de esos escenarios y diera su versión.   ¡Llegamos tarde!
En estos momentos el país enfrenta una grave sequía y se hacen reuniones en Palacio para discutir o formular ese plan de contingencia, y volvemos a estar fuera del “timing”, del momento apropiado.  En un país tropical, donde el recurso agua depende en un alto porcentaje de las lluvias, desde que el año inició se habla de sequía y ahora en julio es que se hace un plan de contingencia?  Por supuesto que “llegamos tarde”, o a la mejor todo se considera imprevisible.
 Las empresas que comercializan antigripales hacen sus proyecciones de ventas considerando las temporadas de lluvias, donde se supone que los casos de gripe aumentan y  las agencias de cooperación en el área de salud hacen sus planes de contingencia considerando también la temporada ciclónica donde aumentan los casos de diarrea, y se podrían citar otros ejemplos de planificación con visión estratégica, pero en el gobierno todo parece indicar que esa planificación no se aplica. 
El uso de tiempo es clave en todas las esferas de la vida. “Tenemos que ser capaces de administrar la anticipación estratégica, esto es prever todo lo posible, y por otra parte, dotarnos de capacidad de respuesta contingente, o sea tener la posibilidad de responder con prontitud y eficacia a lo imprevisible. Antes el pez grande se comía al pez chico, ahora sin duda que es el pez veloz el que se come al pez lento.” (Paz, 2013)