Por más de 50
años Armando Almánzar R. se dedicó a la crítica cinematográfica a través de los
periódicos, la radio y la televisión. Lo
seguían miles de personas, muchas de las cuales nunca llegaron a conocerlo
personalmente, pero lo llamaban por teléfono y en los últimos años le escribían
por Internet.
El se sentía
feliz, no tanto por los halagos y críticas a sus comentarios, sino por el
aumento del interés en el cine. Siempre
estuvo interesado en crear una cultura cinéfila, que los consumidores del cine
pudieran, no solo ver películas, sino también captar los discursos que ellas
contenían. Participó en múltiples
talleres, cinefórums, charlas y recibió a montones de estudiantes que llegaban a
la casa a entrevistarlo o consultarle.
Pero me atrevo
a decir que la etapa que más disfrutó, fue en los últimos ocho o seis años de
su vida. Una vez desaparecido repentinamente
Arturo Rodríguez Fernández, su amigo y colega de tantos años en la crítica
cinematográfica, comienzan a acercársele jóvenes interesados en hacer crítica
junto a él a través de la radio. Una
nueva generación de críticos surgía. Una
generación que amaba las películas de superhéroes, que disfrutaba de comedias
protagonizadas por actores que Armando rechazaba, ¡que contrastes!, una
generación con otras perspectivas: un
reto compartir con ellos.
Sin embargo,
Armando disfrutaba esas enjundiosas o a veces banales discusiones.
El que la I Premiación de la crítica fuera dedicada a Armando y a Arturo fue para mí sumamente
emocionante. Ambos se habrían sentido
super halagados, que sus seguidores, y alumnos -como alguien expresó- les
consideren “como los críticos de cine de mayor trascendencia, profundidad
técnica y experimentados en el uso del sentido del humor y sus posturas sin
media-tintas frente a todo cine que le pareciera le faltara el respeto a este
arte”, tenía una carga emotiva muy grande. Para abrir el espacio a las emociones: un breve vídeo, pero con las imágenes justas y apropiadas para revelan quienes eran Armando y Arturo. Perfecto.
Al agradecer
por la placa de reconocimiento a Armando me imaginé verlo, entre contento y
tímido, pero jubiloso y agradecido, ante este grupo que con gran esfuerzo ha
logrado aglutinarse en la Asociación de Prensa y Crítica Cinematográfica. Una noche completa en la que se entregaron
los primeros Premios de la Crítica. Gracias.
Qué hermoso! Debíamos mostrarle nuestros respetos a quienes labraron el camino hasta hoy. Todos somos sus alumnos y tuvimos los mejores maestros. Muchas gracias por todo!
ResponderBorrarMuchas gracias.
BorrarHermosas palabras! Armando ha sido mi inspiración y ha sido uno de los honores más grandes de mi vida haber compartir, aprender de su intelecto, discutir apasionadamente más de tres años con él en Cineasta Radio.
ResponderBorrarMuchas gracias.
BorrarBuenas noches
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