viernes, 18 de junio de 2021

El hombre que amaba los perros.

Un poco atrasada en mis lecturas, ahora es cuando termino esta novela de Leonardo Padura, publicada en 2009 y que compré hace varios años. No importa, no es necesariamente malo no seguir las tendencias del mercado de la literatura.

Leer El hombre que amaba los perros es conocer a un novelista que se toma su tiempo en hacer profundas investigaciones.  En algunas páginas me parecía que leía un libro de historia.  Hasta pregunté a un amigo sobre algunas acciones de Stalin para asegurarme que todo no era novela. Es un libro que captura, no solo por el tema que trata, sino también por lo bien escrito que está.

Un tema histórico convertido en un filón muy bien explotado.  El asesinato de Trosky y la vida de Ramón Mercader han sido objeto de novelas y películas. Hace ya muchos años había leído de Jorge Semprum La segunda muerte de Ramón Mercader, (1968) donde Mercader moría como un traidor en Ámsterdam, o sea, escrito antes de su muerte en La Habana en l978.

En l972 se presentó la película El asesinato de Trotsky, en la que aparecían Richard Burton, Alain Delon y Romy Schneider. Luego en 1996 Asaltar los cielos, una producción española, en la que según leo se dio más atención a Caridad, la madre de Mercader. En 2016 en el filme El elegido se cuenta nuevamente la historia de Mercader y ese mismo año fue publicada otra novela, El Asesino Obediente, de John P. Davison. En 2017 en un canal de Rusia sacan la serie Trostky, repasando la biografía del político, en la que vuelve a aparecer Mercader.  De pronto el asesino de Trosky se convierte como una especie de protagonista de las películas de James Bond, Mercader, de espía soviético se torna en un personaje que parecería se mueve entre la ficción y la realidad.  Volviendo al libro de Padura, si bien es una novela con una base histórica muy rigurosa y cuidada sobre un hecho muy discutido, su autor introduce en la misma profundas reflexiones y críticas al sistema en que vive el personaje cubano, Iván, confidente -si así se puede denominar- de López -el hombre que amaba los perros- con quien se veía en una playa, y quien luego le heredó manuscritos sobre la historia contada en sus encuentros y un encendedor.

La lectura de El hombre que amaba los perros pone a pensar sobre la entrega de una persona a una causa, hasta llegar a un desprendimiento de todo en su vida, puesto que Mercader hasta su nombre perdió definitivamente.  Su tumba en Moscú aparece identificada con un nombre falso: Ramón Ivánovich López. 

No es una novela como un “happy end”.  Al final el autor nos presenta la vida en Moscú de Mercader, sus amistades y reflexiones.  Estas no llevan a tener una gran duda ¿es que al término de su vida Ramón Mercader se sintió traicionado y manipulado por su madre, o quizás por el sistema?

 

sábado, 5 de junio de 2021

“Si tienes buenos numeritos, puedes hacer lo que quieras”.


En la gran industria de las Grandes Ligas de Beisbol (MLB, por sus siglas en inglés) se sigue un cuidadoso proceso de selección de prospectos y formación de los que podrían ser grandes estrellas.  Cada equipo dispone de campos donde los jóvenes seleccionados se someten a entrenamientos para mejorar sus habilidades y competencias deportivas.

He leído que, en los últimos años, en esos centros, de los cuales existen varios en el país, se les imparten clases que les permiten a muchos graduarse de secundaria y obtener otros tipos de formación.

Sin embargo, leyendo en estos días el caso del jugador encontrado golpeando a su esposa, apresado y luego liberado tras pagar una fianza de 20 mil dólares, surge la inquietud sobre la existencia de vacíos en esos entrenamientos. A este jugador aparentemente le falta mucha formación humana, valores y respecto a los derechos humanos, y es posible que le sobre mucho machismo.

Asimismo, se supone que en una gran empresa, como es un equipo de beisbol de las ligas mayores, se hace una inducción en la que se “trabaja” con conceptos como reputación, imagen, valores de la marca, espíritu de grupo y otros intangibles muy apreciados hoy en día.

Poca formación humana y mucho machismo.

Ahora mismo, todo lo que haga el equipo Bravos de Atlanta, cualquier decisión que se tome sobre el jugador con contrato de US$65 millones hasta 2024, impactará en su imagen y reputación, dado que la política de la MLB de no tolerancia sobre violencia doméstica se aplicará como ha ocurrido con otro jugador en marzo de este año.

En casos como este, de “estrellas”, algunos medios tratan de protegerlos. Hoy en un diario local se explica que fue por “celos” que el jugador actuó de esa manera, vana explicación con perspectiva machista que trata de justificar la violencia doméstica.  Igualmente, se incluye en los antecedentes de la información que este mismo año la esposa golpeada fue la agresora. 

La violencia es una conducta aprendida, por lo que es importante que se considere la realidad social en la que crece cada individuo y en los primeros años las personas que nos rodean son referentes y modelos para seguir, sin importar como sean sus acciones, serán replicadas. Vargas (2021)[i] revela que el maltrato a los niños y adolescentes está legitimado por 49% de la población adulta investigada y el 35% de la población adolescente, según los resultados de un estudio hecho en tres provincias del país.

La mayoría de los jugadores provienen de familia donde la pobreza impone restricciones y se desarrollan en ambientes donde las conductas agresivas pueden ser frecuentes. Apena la situación del jugador y su familia, pero la violencia se aprende, y también se puede desaprender.

Hablé con un amigo psicólogo, quien en ocasiones ha colaborado con equipos de beisbol, y me dijo una frase que me impactó: “si tienes buenos numeritos puedes hacer lo que quieras”.  Contundente expresión que me dejó boquiabierta y que parece ser la política no escrita que impera en los equipos. Además, me informó que pocos equipos de beisbol disponen de psicólogos en sus plantillas.

Quizás, los equipos de beisbol, que tan altas inversiones hacen en sus jugadores, deban comenzar a incluir entre sus entrenadores a psicólogos que trabajen con las futuras estrellas formación humana integral, respecto de los derechos, valores y otras dimensiones de la persona. Igualmente, crear en ellos la importancia de sus acciones en cuanto a contribuciones a la imagen y reputación del equipo, que cuando se pierde es tan difícil de recuperar.



[i] Vargas, T. (5 de junio de 2021) Legitimación del maltrato físico hacia niños y niñas. Hoy, p.9A[i]