sábado, 23 de octubre de 2021

Las tres vidas de Hannah Arendt

 


¿Se imaginan conocer detalles de la vida de Hannah Arendt leyendo un libro en viñetas?  Eso he hecho recientemente, gracias al regalo de mi amiga Raysa.  Es una obra magnifica para acercarnos a esta pensadora y filósofa, considerada como una de las más importantes del siglo XX.

Ken Krimstein, profesor y autor estadounidense, quien trabaja como dibujante para The New Yorker, nos ofrece en su obra una experiencia divertida y enriquecedora.  Sus viñetas nos llevan a conocer detalles de la personalidad de Arendt, y sus coetáneos que solo con un texto no lograríamos.

Desde el título se nos ofrecen pautas del contenido: “Las tres vidas de Hannah Arendt.  La tiranía de la verdad.” Se describen la juventud de Hannah, su infancia en Prusia Oriental, estudios universitarios, hasta su huida a Paris en Las penas de la joven Hannah, que inicia el texto.  En esta etapa su grupo de compañeros en las asignaturas de M. Heidegger, al que Krimstein define como “un inventario de genios”, está integrado por Leo Strauss, Herbert Marcuse, Hans Jonas y Emmanuel Lévinas.

Es la etapa en que Hannah se distingue en las clases de Heidegger por sus discusiones sobre “¿que es el ser?” Con él establece unas relaciones amorosas que van y vienen, pero finalmente, se casa con Gunter Stern.

La primera huida de Hannah, segunda parte de libro se inicia en El Romanishches, 1933, famoso café en Berlín, donde se reúnen los más destacados personajes de la intelectualidad europea, pintores, músicos, cineastas y teóricos. En las conversaciones y deliberaciones se discute mucho y al parecen se fuma más. En las imágenes del libro Hannah es una fumadora empedernida, en cada recuadro aparece con un cigarrillo o un habano. A veces con las recriminaciones de Stern que deje de fumar.

En su estancia en Paris, descrita en la Segunda huida de Hannah, ella se describe como amante, pensadora y trabajadora.  Las tres vidas a las que alude el título del libro.  Se divorcia y casa con Heinrich Blucher “comunista alemán gentil, a veces gorila de clubes sexuales y un intelectual autónomo aficionado a la pipa” (p.95)   Walter Benjamin es uno de sus grandes amigos en esta etapa convulsa durante la guerra, donde Arendt, sigue en la búsqueda del conocimiento definitivo, aunque según el texto, escribe “cualquier cosa por la que le paguen”, además de recolectar dinero para la causa judía.  Es una etapa difícil para cientos de intelectuales europeos que se refugian en la llamada ciudad luz.

Nueva York es la tercera huida y podríamos decir, por las 186 páginas que le dedica Krimsten, que es la más prolífera en la definición del pensamiento de Hannah Arendt.  Sin embargo, sus primeros trabajos en una revista, proponiendo un ejército judío, son rechazados por la comunidad judía. 

En esta etapa escribe su famosa obra “Los orígenes del totalitarismo”, y gracias a este libro recibe toda la atención de los medios de comunicación. Es la primera mujer que llega a ocupar una cátedra en Princeton. No es una persona que acepte la llamen filósofa, prefiere que se le considere como perteneciente a los círculos de la teoría política o como dijo en una entrevista “una forma de etiquetar mi profesión lo mejor sería llamarme “narradora virulenta””.

No desdeña pensar diferente y expresarlo en el espacio público.  Cuando a raíz de su reportaje sobre el juicio contra Eichmann en Israel, aparece su artículo “Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal” el mundo judío se vuelve contra Arendt, ya que se esperaba que considerara al enjuiciado por crímenes de guerra, líder en las matanzas de judíos en la II Gran guerra, como un monstruo y ella dice “la triste realidad es que, en su mayor parte, el mal lo causa gente que nunca toma la decisión de ser buena o mala”.  “A pesar de todo, tras la publicación del artículo no me queda otra que seguir contemplando la realidad sin parpadear”. (p.226)

Hasta el final de libro, donde el personaje Hannah Arendt, habla siempre en primera persona, se traduce la rebeldía de la pensadora y su insistencia en que “no existe una única verdad” ni una fórmula mágica que guie en la auténtica libertad humana. (p235) Reivindicó hasta su último día la pluralidad. Murió el 5 de diciembre de 1975, pero sus escritos siguen provocando discusiones y reflexiones.

 

Krimstein, K. (2021) Las tres vidas de Hannah Arendt. La tiranía de la verdad. Salamandra Graphic. Barcelona

 

 

 

 

 

 

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