viernes, 13 de mayo de 2016

Comentarios sobre la comunicación para el desarrollo y el cambio social.

La teoría y la práctica de la comunicación para el desarrollo y el cambio social se han transformado de acuerdo a diferentes teorías y tendencias sobre el desarrollo, así como a la aplicación de métodos y herramientas de la comunicación atendiendo a nuevos asuntos y prioridades.
Desde la década del 60, con Lerner y Rogers y su teoría difusionista, a la fecha,  las estrategias de comunicación para el desarrollo han recorrido varios niveles, según establece Servaes:
a)     Comunicación para el cambio de comportamiento (principalmente comunicación interpersonal)
b)     Comunicación de masas (comunidad de medios, medios de masas y TICs)
c)     Comunicación participativa
d)     Comunicación para el cambio sostenible (comunicación interpersonal, comunicación participativa y comunicación de masas) que puede ser de arriba hacia abajo, horizontal o de abajo hacia arriba)

En el 1987 la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, concluyó que “el desarrollo sostenible es el desarrollo que tiene en cuenta las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de hacer frente a las suyas”.  En ese contexto, el desarrollo se concibe en tres dimensiones, lo económico, medioambiental y social. Y a su vez, se concibe a la comunicación y la información como estratégicas y fundamentales para contribuir a las conexiones de los factores de desarrollo, mejorar la distribución de conocimiento e información y promover la participación de  las personas involucradas.
Se propone el modelo participativo para compartir información, conocimiento y compromiso en el desarrollo de proyectos. Freire (1983) se refiere a este concepto como el derecho de toda persona a tomar la palabra: “no es un privilegio de pocas personas, sino el derecho de cada mujer/hombre”.
En este proceso el punto de vista de los grupos, de las personas involucradas en los proyecto de desarrollo debe ser tomado en cuenta.  Sin embargo, con este modelo se amenaza las jerarquías existentes, lo que promueve impedimentos fundamentales para adoptar esta estrategia de participación, donde los beneficiarios del desarrollo dejan de ser objetos para ser sujetos.
No obstante, el enfoque participativo es elemento clave en la  aplicación de la Comunicación para el Desarrollo Sostenible, la que se plantea como de diálogo, de participación y reparto de conocimiento e información.  Valora las necesidades y las capacidades de todas las personas involucradas en el uso integral y participativo de los procesos de comunicación, de los medios de masas y canales.
Se trabaja en facilitar la participación, se da voz a  grupos interesados y se les involucra en los procesos de decisión.  La información,  comprensible y relevante, se pone al alcance de los participantes, pero traspasando hacia el nivel de lo formativo, el intercambio de experiencias y el saber hacer, y la tecnología.  Al mismo tiempo se fomenta la aceptación política, promoviendo políticas que incrementen el acceso de la población a servicios y recursos. O sea, la comunicación se percibe como proceso social que no se limita a los medios y los mensajes.
La comunicación para el desarrollo se soporta en métodos que resultan apropiados para tratar asuntos complejos del desarrollo,  tales como:
·        Facilitar acceso al conocimiento y la información a todos los sectores de la sociedad, en especial a grupos vulnerables y marginados;
·        Promover una gestión eficiente y la coordinación de iniciativas de desarrollo en la planificación de abajo-arriba;
·        Dirigir los temas de igualdad a través del trabajo en red y las plataformas sociales para influenciar los procesos de decisión;
·        Motivar cambios en el comportamiento y el estilo de vida, promoviendo consumo sostenible;
·        Promover el consumo sostenible de los recursos naturales;
·        Resolver los distintos conflictos garantizando el diálogo entre los varios componentes de la sociedad. (Servaes ,2012)
Actualmente se sigue usando más de una decena de enfoques de la comunicación para el desarrollo, algunos más tradicionales, jerárquicos y lineales, y otros más participativos e interactivos.  Se destaca que “no existe un modelo universal de desarrollo.  El desarrollo es un proceso integral, multidimensional y dialéctico que difiere de sociedad en sociedad, comunidad en comunidad, contexto y contexto”,  y se propone que cada sociedad y comunidad debe intentar perfilar su estrategia de desarrollo sostenible, considerando los recursos y capitales, así como las necesidades y visiones de las personas involucradas. (Servaes, 2012, p.32)
Actualmente la comunicación para el desarrollo sostenible se enfrenta  a nuevos desafíos como consecuencia de la globalización, la liberalización de los medios,  los cambios económicos y sociales y las nuevas tecnologías de la información.
Sin embargo la liberalización de los medios conlleva no solo a mayor libertad  para los medios, sino también a la emergencia de una infraestructura de comunicación orientada al consumidor, pero centrada en lo urbano,  sin mayor interés por la población más pobre y rural.  Las mujeres y otros grupos vulnerables  siguen con limitado acceso a los recursos comunicativos de todo tipo.  El derecho a comunicar y el acceso a la información sigue siendo tema de encuentros y conferencias internacionales.
En el presente, muchos programas de comunicación para el desarrollo  tratan asuntos globales, como salud y accesibilidad para todos, conservar la sostenibilidad ambiental, promover la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la vida sostenible.   En dichos contextos, la comunicación para el desarrollo está centrada siempre en las necesidades de la población, más que en la comunicación mediática en sí.  Su objetivo debe ser mejorar la capacidad de los grupos de interés locales para gestionar los procesos de comunicación, desarrollar contenidos locales y utilizar las herramientas adecuadas.
En cuanto a la reducción de la brecha digital,  aspecto clave en el desarrollo sostenible, se estima que se ha dado mucho énfasis a los procesos de comunicación y los resultados de la aplicación de los medios, dejando de lado el punto de vista de las necesidades de las comunidades y los beneficios de las nuevas tecnología, más que la cantidad de tecnología disponible. 
Igualmente, la comunicación puede contribuir a la reducción de la pobreza, pero ésta no sustituye el cambio estructural, la apropiación de los procesos y las tecnologías de comunicación para el desarrollo que debe darse en los grupos marginales y vulnerables.  En este contexto lo que puede asegurar la comunicación a estos grupos es el poder expresar su opinión en las decisiones que afectan sus vidas.
Concluyendo, en el actual momento, teóricos  como Rosa María Alfaro , Jan Servaes, y otros  sugieren líneas de acción enfocadas en el proceso de comunicación y su significado a nivel local, que suponen la activación de los medios para construir apoyo público;  la creación de redes en la que participen individuos y grupos influyentes, fuerzas políticas, organizaciones públicas, profesionales e instituciones académicas y religiosas, entre otras, todas con el objetivo de lograr un entendimiento común, que se espera de cómo resultado más poder para las personas.

Servaes, Jan. Comunicación para el Desarrollo sostenible y el cambio social.  Una visión general.
CIC. Cuadernos de Información y Comunicación, vol.17, 2012. Pp.17-40
Universidad Complutense de Madrid
Madrid, España

domingo, 20 de marzo de 2016

Falta de ortografía y diplomacia.


La semana pasada se celebró en la vecina isla de Puerto Rico el   VII Congreso Internacional de la Lengua, evento muy reseñado en la prensa española, pues fue inaugurado por Felipe VI, rey de España, ante la presencia del gobernador de Puerto Rico y los presidentes de Panamá y de la República Dominicana, así como académicos, autoridades y escritores.
Además de un breve reportaje en Televisión Española –TVE- que me llamó mucho la atención, he tenido oportunidad de leer otras informaciones en  periódicos nacionales y en la versión internacional de El País de España.
del fue enfocado a que la palabra majestad, para identificar durante su discurso a Felipe VI, fue escrita con g, magestad, error grave en una actividad justamente sobre la Lengua, sobre nuestro idioma español, en cuya organización se supone intervenían personas conocedoras de la correcta ortografía.
Sin embargo, en mi opinión, esa falta de ortografía y dada la importancia de la actividad, no era óbice para que fuera lo más destacado en un informativo internacional. En ese momento recordé la teoría de comunicación social denominada Imperialismo Cultural.
Bien, pero lo más llamativo de la inauguración, y que El país ha denominado “El lío de EE.UU. y Puerto Rico”, fue que el rey español inició su discurso diciendo: “La Reina y yo sentimos una gran alegría por viajar nuevamente a los EEUU de América y por hacerlo poco después de haber visitado La Florida”, dejando de lado que Puerto Rico no es precisamente territorio estadounidense.
 Y continuando con este enfoque, el Director del Instituto Cervantes destacó en su discurso que “era el primer congreso internacional de la lengua que no se celebraba en Hispanoamérica”.  Tremendo.  En ese momento se inició la polémica, que según las informaciones publicadas no terminaron ni con la clausura del congreso, pues si hay un país donde el español es una especie de reivindicación de los orígenes hispanos es Puerto Rico.
Pueden darse explicaciones a estos casos, tanto del rey español, como del director del Instituto Cervantes, especialmente relacionadas con el interés de destacar el crecimiento del español como segundo idioma más hablado en el mundo, y de los esfuerzos para aumentar el número de hablantes del español en Estados Unidos de América, pero ignorar el valor que en Puerto Rico se da al español, parecería motivado más que todo, por “una torpeza diplomática”, como ya dijo el escritor Eduardo Lalo.[i]  Si la falta de ortografía fue vergonzosa, estas “confusiones” lo son más.





[i] (El País, 19 de marzo, p.25)