Todo esto me ha puesto a pensar, ¿es necesario que el señor ministro invierta su tiempo durante tres días en esto? ¿Es así cómo vamos a convencer, a motivar, a miles de personas a cambiar de comportamiento o adoptar conductas más saludables frente al virus? Los manuales dicen que no, que hay otras maneras más seguras y oportunas, menos costosas y de mejores resultados.
Si revisamos algunos documentos sobre comunicación para el cambio social, considerado como el paradigma más reciente entre los modelos de comunicación social, se destaca en su definición la participación de todos.

Justamente, la participación es el aspecto que me llamaba la atención de la llamada “barrida” de Salud Pública. ¿Dónde dejaron a las juntas de vecinos, los líderes comunitarios, las iglesias, los clubes y tantas otras organizaciones barriales? Los líderes de estas organizaciones gozan en sus entornos de mucha mayor influencia que un ministro, que, si bien tiene autoridad, no es un modelo que seguir para la población en general.
¿Es que Salud Pública ya no dispone de un personal que trabaje a nivel comunitario, dependiente de las DPS o de las unidades de atención primaria? Bajo la denominación que exista, si es que existe, serían parte del personal para hacer esta barrida, gente del barrio, que conocen a los habitantes de su vecindad.
En la perspectiva de comunicación para el cambio social y la comunicación para el desarrollo, se trata de dejar de destacar la imagen de los expertos y se busca que el público no sea un objeto para recibir información, siguiendo esa tradición que Freire (s/f) denominó “educación bancaria” y se convierta en sujeto, sea el movilizador de la adopción de nuevos hábitos para su bienestar.
En su revisión a los modelos de comunicación para promover el cambio, Gumucio (2011) comenta que “La promoción de la salud es prescriptiva: “el doctor sabe…”. Con el argumento de que todo personal de salud puede convertirse en un comunicador, se pasó por alto a los especialistas de la comunicación y se diseñaron campañas y mensajes que no respondían a estrategias de largo plazo y no involucraban a las comunidades.” (p.33) Y así, por lo que se percibe, lamentablemente, es la tendencia dominante en la comunicación de Salud Pública.
Finalmente, y con ánimo de hacer un aporte y dejando de lado el indicador de la poca participación en el manejo de la crisis del Covid-19 que nuestros gobernantes han abierto a otros sectores, me voy a limitar a destacar cinco aspectos definidos por Gumucio (2011) a considerar cuando diseñamos estrategias de comunicación dirigidas a promover un cambio en la población.
1. La participación democrática de la propia comunidad es considerada indispensable, al igual que la apropiación del proceso y de los contenidos comunicacionales.
2. Valorar las particularidades culturales, en las que se debe apoyar el proceso de comunicación.
3. Dejar a un lado la arrogancia de los que saben, los llamados expertos, si queremos motivar el cambio social, es importante la generación de contenidos propios, que consideren el saber acumulado en la comunidad.
4. Se promueven los procesos, no la tecnología.
5. En el contexto de la comunicación para el cambio social se promueve el diálogo y el debate. La formación y organización de redes contribuye a fortalecer procesos, y el intercambio siempre es enriquecedor.
La participación de la comunidad proporciona la garantía que da el involucramiento de actores sociales comunitarios, en cuanto al cambio sustentable de conductas, hábitos y comportamientos. Además, es muy rentable educar desde la integración comunitaria, ya que a su vez garantiza, frente a futuros estados de emergencia, poder dar una respuesta comunitaria más fluida y exitosa.
Como se ve, a veces no pasamos de hacer relaciones públicas, salir en todos los medios e impactar mínimamente en la población, y nos olvidamos de aspectos muy importantes: democracia y participación son claves del desarrollo. Aquí hablamos mucho de democracia, pero apenas tocamos la participación: ¡ay! la participación.
[1] Gumucio-Dagron, Alfonso (2011). Comunicación
para el cambio social: clave del desarrollo participativo. Signo y
Pensamiento, XXX(58),26-39.[fecha de Consulta 18 de Mayo de 2020]. ISSN:
0120-4823. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=860/86020038002
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