domingo, 29 de agosto de 2021

De mis paseos con Toby

Cada día paseo con Toby, mi perrito, por la mañana, alrededor de las 6:30, cuando disfrutamos del sol temprano y por las tardes, sobre las 5:30.  Estos paseos son oportunidades para observar el sector donde vivo, sus calles, aceras y también a los transeúntes.  En las mañanas muchas personas ejercitándose, otras con sus mascotas, y en la tarde muchas que aparentemente han terminado sus labores y se dirigen a sus casas, y otras pocas, ejercitándose. 

Cuando camino por la acera norte de la parroquia Buen Pastor, pienso que si ocurriera un crimen entre taxistas, la policía en su investigación criminal podría encontrar pistas en este lugar, así como en la serie de CSI, que tanto veía Armando.  Aquí los choferes “limpian” sus carros sin miramientos, lo tiran todo a la calle.

Se puede encontrar restos de todo tipo de recipientes de comida, botellas plásticas que antes tenían agua y ahora están llenas de lo que aparenta ser orina, mascarillas, alguna que otra camiseta y hace unos días vi lo que podría ser parte de un asiento de vehículo.  De verdad que hay de todo en este basurero al que contribuyen cada día los taxistas y que está a unos 20 pasos de un zafacón. ¡Que inconciencia! Por no decir un insulto.

Ya, avanzando por Paseo de los Locutores, sea hacia el este o el oeste, nos podremos encontrar con las obras de varios edificios de apartamentos.  Allí, me surgen algunas inquietudes sobre los permisos que otorgan el Ayuntamiento y Obras Públicas para las construcciones: ¿es que autorizan a los constructores a dejar sin aceras a los peatones, a llenarlas de grandes huecos y tornarlas peligrosas? ¿Es que los camiones de extracción de materiales tienen vía libre para estacionarse y taponar las vías? ¿Es que en cualquier calle usted está autorizado para abrir una zanja para conectarse con una toma de agua y dejarla abierta? Me faltan las respuestas.

Pero, tengo que decir que en estos paseos Toby y yo hemos hecho amistades con otros perritos y sus humanos. A Toby lo han catalogado de “comparon” pues no se detiene cuando lo invitan a detenerse para saludarlo, prefiere seguir el paseo. De todos modos, son momentos muy agradables en los que ambos disfrutamos del sol, de la brisa que a veces mueve el pelo de Toby y hasta del calor. 

domingo, 22 de agosto de 2021

El país de la felicidad


Esta frase podría ser el resumen de un análisis rápido de las “rendiciones de cuentas” de diferentes ministros y funcionarios de alto rango del gobierno dominicano:  todo lo han hecho tan bien y con tan buenos resultados que nos asombra que haya sido durante una pandemia.  En este país todo es perfecto, según sus discursos.

Dominga, la persona que dijo la frase citada, se ocupa de los llamados quehaceres domésticos, cursó hasta octavo curso y sí, cada noche ve varios noticieros televisivos para estar informada. Su comentario, dicho en tono sarcástico, estuvo acompañado de referencias a varios ministros, (el presidente aún no había hablado) y no me sorprendió su perspicacia, no compra todo lo que oye.

Desde luego que me llevó a repensar tales rendiciones de cuenta desde el aspecto comunicacional y en esos ejercicios de evaluación que se supone se hagan al final de un periodo de planificación, donde se trata de valorar no solo los objetivos logrados, sino también las oportunidades y los retos o desafíos pendientes.  En ese proceso conviene analizar las causas que impidieron llegar a las metas planificadas, ya que se considera que es la vía apropiada para decidir los correctivos necesarios.  Además, al enumerar los desafíos para lograr esas metas, se busca motivar la participación de los diferentes públicos.

En una organización este proceso se denomina control estratégico o control organizativo. Las pautas que sugieren los expertos incluyen además de verificar logros, según los plazos y los costos establecidos, de manera que la eficacia y eficiencia sean la norma en el uso de los recursos, motivar a los colaboradores para que se comprometan en la consecución de los objetivos propuestos.

Y justamente, la motivación a colaborar, a participar, es lo que los expertos consideran actualmente más importante en ese proceso de rendición de cuenta.  Oímos a los ministros hablar de sus logros, casi como algo personal y, qué hicieron sus colaboradores, no hay méritos a reconocer por sus acciones?

Finalmente, ¿y dónde dejaron su capacidad, como sujetos políticos, de movilizar a la ciudadanía en torno a temas y objetivos, persuadir y convencer para que le brinde su apoyo?  Fue una oportunidad perdida que se quedó en dar a conocer datos, con frecuencia desproporcionados, de su actuación y presentarnos una imagen de “país de la felicidad” que pocos se creen y mucho menos viven.

 

Referencias:

Mazzoleni, G. (2010) La Comunicación política, Alianza Editorial

Quiroa, M. (11 de marzo, 2020).
Control estratégico. Economipedia.com