jueves, 24 de marzo de 2022

Dos amigas, una saga de mujeres fuertes

 


En mis lecturas, un poco rezagadas en cuanto a las tendencias recientes entre mis amigas, hace unos días terminé de leer la tetralogía Dos amigas, de la italiana Elena Ferrante.  Novelas que me atraparon y cuya lectura, a pesar de la extensión de cada libro, se hace muy fácil.

Y hoy quiero comentar sobre las mujeres que protagonizan esta zaga, cuyos títulos sirven como un anzuelo para su lectura: Dos amigas, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida.  El protagonismo de estas novelas está encabezado por mujeres, mujeres rompedoras de los esquemas sociales de la época, adelantadas a su tiempo, a pesar de que sus vidas se desarrollan en entornos adversos.

Estas mujeres, Lunu y Lila, unidas por una amistad que se inicia en el vecindario donde transcurre su niñez, van a desarrollar una relación que en ocasiones parece llena de complicidades y en otra más bien de envidia y recelo.  Pero, hasta el final de la saga permanecerá.  Aunque en la tetralogía se desarrolla la vida de las protagonistas desde la infancia no creo que pueda considerarse en la línea del bildungsroman[1].

No son mujeres idílicas. Son mujeres inteligentes, que leen, que escriben; no son perfectas, pero tampoco pretenden serlo. Asumen el machismo, incluyendo la violencia doméstica, como algo habitual y normalizado, pero tampoco dudan en engañar al marido, ni en dejar a los hijos e ir tras el hombre que aman.

Nápoles es la ciudad en la que se desarrollan las andanzas de las dos amigas, cuyas vidas se nos van revelando a lo largo de las novelas.  Es interesante apreciar que estas historias que cuenta la Ferrante, presentan sin filtros las vivencias de un barrio pobre de una ciudad, en la que se desarrollan todo tipo de actividades. Intervienen personajes fascistas, otros camorristas y comunistas.

 Nos enteramos de los entretelones de los negocios de la familia rica del barrio, de los sufrimientos de la viuda enamorada, de la profesora que guía a Lenu a seguir sus estudios, del carpintero acusado de asesinato, del dueño de la pastelería y su familia, del prestamista y sus hijos, del hijo del verdulero, en fin, de todo un entramado de hombres y mujeres que son testigos, a veces, y otras coprotagonistas de las andanzas de las dos amigas.

Toda una serie de historias que nos llevan a momentos donde priman las emociones, el dolor o el miedo. Para algunos críticos, con mucho de costumbrismo y un poco de fatalismo, pero para otros llenas de tramas ocultas.  Desde cualquier punto de vista, son novelas que seducen al lector, no creo que nadie quede impasible.

A. Benito, en su blog Miss Carbonara, ha invitado a brindar por las escritoras como Elena Ferrante “que defienden a la mujer imperfecta, que lee, estudia y, sobre todo, no se deja dominar”.



[1] género narrativo que se caracteriza por presentar una evolución en el personaje protagonista a lo largo de sus páginas, y que lleva a una identificación entre lector y personaje.

Benito. A (2017) https://misscarbonara.com/

 

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