lunes, 22 de enero de 2024

Imagen y reputación versus “numeritos”

 Había decidido no escribir sobre el caso de explotación sexual que involucra a un pelotero y una adolescente.  Se ha escrito mucho, desde notas editoriales, reportajes y comentarios en los diarios tradicionales, hasta cientos de publicaciones en las redes sociales.  Toda una gran movilización mediática, así como una participación manipulada, en la que niños y jóvenes apoyaron al jugador, el día en que se le fijaron las medidas de coerción, con pancartas que leían “todos somos Wander Franco”.   

Sin embargo, ayer leí un comentario en un periódico nacional que me sorprendió, ya que el autor se enfoca en responsabilizar al movimiento feminista de todo lo que ocurre al jugador, poniendo en duda si este es realmente la víctima.  Al leerlo, me pregunté y dónde estamos, ¿cuáles son las fuentes que consultan algunos comentaristas de deportes?  El jugador fue colocado en “lista restringida” por el equipo donde juega, los Rays, desde el 13 de agosto 2023 por estar siendo investigado por una supuesta relación con una menor de edad, según se publicó en el CBS Sports.[i]   


Que se sepa aquí no intervino ningún movimiento, simplemente se aplicó la legislación vigente en nuestro país. Previamente, en agosto 2023, las Ligas Mayores o mejor conocidas por sus siglas en inglés, MLB, que son un gran emporio privado y como tal está sujeto al escrutinio público, cuidan su imagen y reputación, aplicaron su Política Conjunta sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil y mientras continuaba la investigación, el jugador fue puesto en licencia administrativa indefinida. [ii]

Parecería que tanto la violencia doméstica, como el abuso infantil y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes están tan “normalizados” en nuestro país, que de todos los sectores salen defensores de los victimarios y no de las víctimas.  Pocos denotan conocer las leyes y reglamentos que están vigentes (leyes 24-97 y 136-03) y que se supone establecen las pautas para manejar estos casos.

Lamentablemente, la Liga Dominicana de Béisbol, Lidom, no dispone, hasta donde conozco, de ninguna política similar. Y más aún, sus ejecutivos y miembros no opinan ni han comentado sobre este caso y otros anteriores sobre violencia doméstica. [iii]

Que un jugador, sea “estrella” o “número uno en cada etapa”, y esté acusado de explotación sexual daña más la imagen y causa un daño reputacional a cualquier equipo en la MLB, que el impacto de sus hazañas. Sin embargo, en nuestro país, lo penoso para muchos no es que un jugador con méritos para llegar a ser una gran estrella haya echado por la borda su potencial trayectoria, sino que no pueda seguir violentando las leyes vigentes amparado en sus “numeritos”.  

 

 

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